The Freedom to Learn / La libertad de aprender

I have come to embrace my identity as a learner, and it has become the foundation of how I navigate life. In every moment, with each interaction, I remind myself that my true strength lies in the ability to admit when I am wrong, to recognise my errors, and to choose again. This simple act of humility and self-awareness has unlocked an anti-fragile power within me—one that thrives not despite challenges, but because of them.
In this space, I realize that life is not happening to me—it’s happening for me, and it could not be any other way, as I am LIFE. Every moment is a chance to grow into my unlimited potential. And in that realisation, I find peace, love, and the freedom to embrace every lesson that comes my way. My mind remains open, knowing that the path of the learner is one of endless discovery, where even mistakes become stepping stones to a deeper sense of self.
When someone points out a flaw, regardless of their intention, I now choose to see it as a gift—an opportunity for deeper self-understanding. I no longer react from a place of defensiveness or fear. Instead, I ask, “Where am I wrong? What can I learn here?” In that moment, the world becomes my classroom, and every person, a teacher—my brothers and sisters guiding me closer to my truth.
By consciously identifying myself as a learner, I free myself from the labels and roles that once defined me: not as an entrepreneur, not as a wife, not as a student, or any other title society might impose. While these roles are part of my life, they are not who I am at my core. My true identity is that of a learner—someone open to growth, to change, and to becoming more aligned with my highest self.
This identity is anti-fragile because it allows me to grow from every experience. If someone tries to hurt me, I am no longer wounded in the same way. Instead, I ask, “What am I doing wrong?” “What is this situation teaching me?” Every challenge, every hardship, becomes an opportunity to expand, to deepen my understanding of who I truly am.
In every person I meet, in every challenge I face, I see the reflection of a lesson waiting to be learned. And that, to me, is the most powerful way to live.
"I am not a victim of the world I see." Lesson 13 of A Course in Miracles
AnaLo
_______________________________
He llegado a abrazar mi identidad como aprendiz, y esto se ha convertido en el fundamento de cómo navego por la vida. En cada momento, con cada interacción, me recuerdo a mí misma que mi verdadera fortaleza radica en la capacidad de admitir cuando me equivoco, de reconocer mis errores y de elegir de nuevo. Este simple acto de humildad y autoconciencia ha desbloqueado un poder antifrágil dentro de mí, uno que no solo prospera a pesar de los desafíos, sino gracias a ellos.
En este espacio, me doy cuenta de que la vida no me está sucediendo, sino que está sucediendo para mí, y no podría ser de otra manera, ya que YO SOY VIDA. Cada momento es una oportunidad para crecer hacia mi potencial ilimitado. Y en esa realización, encuentro paz, amor y la libertad de abrazar cada lección que se cruza en mi camino. Mi mente permanece abierta, sabiendo que el camino del aprendiz es uno de descubrimiento sin fin, donde incluso los errores se convierten en peldaños hacia un sentido más profundo de mi ser.
Cuando alguien señala un defecto, independientemente de su intención, ahora elijo verlo como un regalo: una oportunidad para un entendimiento más profundo de mí misma. Ya no reacciono desde un lugar de defensa o miedo. En su lugar, me pregunto: "¿Dónde estoy equivocada? ¿Qué puedo aprender aquí?". En ese momento, el mundo se convierte en mi aula, y cada persona, en un maestro—mis hermanos y hermanas guiándome más cerca de mi verdad.
Al identificarme conscientemente como aprendiz, me libero de las etiquetas y roles que una vez me definieron: no como emprendedora, no como esposa, no como estudiante ni ningún otro título que la sociedad pueda imponerme. Aunque estos roles forman parte de mi vida, no son quienes soy en mi esencia. Mi verdadera identidad es la de una aprendiz—alguien abierta al crecimiento, al cambio y a alinearse cada vez más con mi yo más elevado.
Esta identidad es antifrágil porque me permite crecer con cada experiencia. Si alguien intenta herirme, ya no me siento afectada de la misma manera. En su lugar, me pregunto: "¿Qué estoy haciendo mal?" "¿Qué me está enseñando esta situación?". Cada desafío, cada dificultad, se convierte en una oportunidad para expandirme y profundizar mi entendimiento de quién soy realmente.
En cada persona que conozco, en cada reto que enfrento, veo el reflejo de una lección esperando ser aprendida. Y eso, para mí, es la forma más poderosa de vivir.
"No soy víctima del mundo que veo."Lección 13 de Un Curso de Milagros
AnaLo
Comments
Post a Comment